¿Quién no ha encontrado alguna vez dentro de sí al mejor creador de fábulas filosóficas, o al más delicado comensal capaz de obsequiarnos con el más inesperado plato? Nada más cercano del ideal socrático del saber –todo lo que debes conocer está dentro de ti-, que adobado en los exclusivos fogones de las iglesias y de los acogedores fuegos de los conventos dio lugar, andando el tiempo, a esa especie del cura-maestro, ejemplo de dogma y disciplina, que no tardó en convertirse en la no menos catártica del maestro-cura, cuando el dogma se secularizó, para acabar dando en la extravagante del maestro-psicólogo que nos imponen las más recientes leyes de educación. ¿Será por esta fantástica historia que los funcionarios de la filosofía han colgado los hábitos de la docencia para dedicarse a la más próspera de los recetarios de cocina? Bienvenidos al siglo.
23 diciembre 2010
Frailes por cocineros
¿Quién no ha encontrado alguna vez dentro de sí al mejor creador de fábulas filosóficas, o al más delicado comensal capaz de obsequiarnos con el más inesperado plato? Nada más cercano del ideal socrático del saber –todo lo que debes conocer está dentro de ti-, que adobado en los exclusivos fogones de las iglesias y de los acogedores fuegos de los conventos dio lugar, andando el tiempo, a esa especie del cura-maestro, ejemplo de dogma y disciplina, que no tardó en convertirse en la no menos catártica del maestro-cura, cuando el dogma se secularizó, para acabar dando en la extravagante del maestro-psicólogo que nos imponen las más recientes leyes de educación. ¿Será por esta fantástica historia que los funcionarios de la filosofía han colgado los hábitos de la docencia para dedicarse a la más próspera de los recetarios de cocina? Bienvenidos al siglo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario